martes, 9 de julio de 2013

Capítulo XIX.- Historia de un maestro

-En la vida hay papeles mucho más difíciles de interpretar que en el cine, y quizás por ello le doy a mi ex un mérito enorme como actriz –después de una pausa de un par de segundos, ante la atenta mirada de Paula, continué-. Bueno, eso o es que yo era rematadamente imbécil, que también puede ser.
-Pero a ver, ¿qué pasó? –me preguntó queriendo saber de inmediato la parte importante de la historia.
-Tranquila mujer, todo a su tiempo –le respondí riéndome-. Antes quisiste averiguar si mi novia se había ido con otro chico más guapo que yo. Pues bien, si era más guapo que yo no lo sé, pero que se fue con otro sí te lo puedo confirmar.
-Jajaja –rió Paula ante la naturalidad con la que yo contaba la historia-. Perdón por reírme, pero es que me hace gracia cómo lo cuentas.
-No pasa nada, mejor reír que llorar –le contesté devolviéndole la sonrisa-.  Bueno, el caso es ese, que se fue con otro. En un momento dado me enteré de que se había estado viendo con otro chico, no precisamente como amigos, y un día le dije que lo sabía. Ella empezó a llorar, me pidió perdón, me dijo que ya no lo veía, que ya hacía un par de meses de aquello, que había sido en una época en la que nosotros estábamos mal pero que ya estaba convencidísima de que me quería a mí, continuó llorando, yo lloré con ella para compartir la emoción del momento y, posteriormente, la dejé.
-¿Y cómo se lo tomó?
-Ah, muy bien. Montamos una fiesta con globos y todo –le dije irónicamente-. Paula, ¿cómo se lo va a tomar?
-Jaja y yo qué sé. Igual se lo tomó bien.
-No, me pidió que no la dejase. Que se había equivocado pero que no volvería a pasar.
-¿Y tú qué le dijiste?
-Que no. Que no iba a estar con alguien en quien no confiaba. Si me lo hizo una vez me lo podía hacer veinte más. Que me parecía maravilloso que se hubiese dado cuenta de que me quería pero que igual era un poco tarde darse cuenta de ello después de dos años. Y nada, desde aquella no volví a hablar con ella. De vez en cuando me escribe al móvil pero no le contesto.
-Jopé, pues lo siento. Si lo llego a saber no hago la broma aquella de si tu novia te había dejado por otro más guapo –me respondió con cara de sentirlo mucho.
-Boh, no pasa nada –reí-. Lo tengo superado.
-Bueno, pues mejor –me soltó con alegría-. Al final no fue tan larga la historia, pensé que iba a durar más.
-Está resumida, tampoco te quería divertir mucho.
-Pues lo has hecho. Me he reído mucho. Eres divertido –me dijo mirándome fijamente con una sonrisa.
-Lo sé. Yo es que soy así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario