Pronto terminaré las prácticas en el colegio italiano. Me quedan 24 horas y, según mis cálculos, la semana del 22 las habré hecho todas.
Alguna cosa sobre las que me he encontrado ya las he contado aquí. He escrito un poco sobre esa profesora que primero amenazaba a sus alumnos con no dejarles comer la merienda en el recreo si continuaban hablando y que, después, amplió su amenaza a no permitirles asistir a la clase de educación física.
Pues bien, el otro día me volví a pasar por su clase y todo seguía igual. Las mismas amenazas, el mismo caso hecho por los niños hacia ellas, y la misma merienda comida en el recreo. Pero esta vez ella me preguntó, ya que yo voy a más asignaturas además de la suya, si los niños hablaban tanto también en las otras. Le contesté que no. Ella me respondió que sería porque es muy buena y al final no lleva a cabo sus amenazas. También achacó la falta de disciplina de los niños a que éstos no ven la asignatura de inglés como una más, entonces que así era complicado. Le dije que sí, que claro, que eso sería.
Hay otra cosa que me llamó la atención y que realmente no sé porqué motivo no me sorprendió antes, ya que es una práctica que la he visto hacer durante todo mi periplo escolar y que lo he tenido que ver aquí para que me dé cuenta de que no tiene ningún sentido.
Todo parte de la base de que hay asignaturas que son de relleno, como la educación física por ejemplo. Entonces, como son de relleno, los profesores de otras materias te pueden dejar sin asistir a ellas si te portas mal.
-Hoy Pedrito no hace educación física porque se ha portado mal -le explica la tutora al profesor especialista.
-Ah vale, no hay problema -acepta el profesor especialista asumiendo en ese mismo acto que su asignatura es una mierda y que simplemente está metida en el horario para rellenarlo.
Y es que cuando en la otra entrada sobre la educación dije que hay un problema gravísimo en la formación del profesorado, en cierta medida, me refiero a esto. Si tú no valoras la asignatura que impartes es porque tu formación es tan sumamente escasa que no alcanza a proporcionarte el conocimiento sobre la importancia de la disciplina que estás enseñando.
Pero es que esta aceptación de estar impartiendo una asignatura sin importancia se hace visible también en el desarrollo de la clase. Y es ahí cuando vi lo que me llamó la atención, pero que a su vez lo llevaba viendo durante toda mi vida. Hablo de educación física pero puedo hablar también de música, otra asignatura de relleno con la misma importancia que puede tener Evaldo en las victorias del Depor.
En las asignaturas de relleno, salvo ciertas excepciones, no te enseñan a hacer nada. En educación física si sabes hacer lo que dice el profesor pues perfecto, hazlo. Si no sabes hacerlo, lo siento, pero te sientas en un banco y miras. Extrapolando ésto a la asignatura de música podemos decir que si no sabes pues guardas la flauta.
Ésta es una muestra más de la jerarquía que hay dentro de las asignaturas en la educación. En matemáticas, a un niño que no sabe sumar no le dices "lo siento, mejor siéntate allí y ya te unes cuando pasemos a las multiplicaciones". Aunque bueno, hay profesores que en menor grado, en ésta o en otras materias, hacen cosas semejantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario