viernes, 22 de marzo de 2013

Sentimentalismo filosófico

Con esto de las redes sociales salen muchos filósofos a la luz. Gente que exprime toda su sabiduría espiritual sobre un tweet, o sobre un estado del Facebook.

En ocasiones ves alguna frase o reflexión que está bien, que es interesante, pero otras veces lees burradas que, por un motivo o por otro, son transmitidas de persona en persona y acaban siendo reproducidas por un montón de gente en Twitter o en Facebook.


El motivo por el cuál estas sandeces acaban teniendo tan buena publicidad es sencillo. En este mundo por norma general prima lo estético. A una persona muy fea no te acercas, no le das ni la oportunidad de que muestre sus características psíquicas. A una persona muy guapa ya no es el hecho de que te acerques a ella, es el hecho de que puede ser muy tonta que siempre te lo va a parecer menos que si ese grado de tontería lo tuviera una persona muy fea, y es más, hay quien se acaba autoconvenciendo de que esa persona no es tan tonta.

Pues lo mismo pasa aquí. Hay frases que son muy tontas y que dicen una cantidad impresionante de tonterías, pero que, por un motivo o por otro, estéticamente son la hostia. Están bien escritas. Llegan al lector de tal forma que queda encandilado con la forma mediante la cual se transmite el mensaje pero no encandilado por el mensaje en sí, el cual directamente ni se valora.

Llevo tiempo viendo circular una frase por Twitter, y en ocasiones la he visto también en el Facebook. Esta filosófica frase la han plasmado centenares de personas a lo largo del tiempo pero, no sé porqué, la estoy viendo con más frecuencia últimamente. Lo que voy a escribir ahora no deja de ser una opinión, como lo es realmente la frase de la que hablaré, pero las opiniones son como los agujeros en el culo, todo el mundo tiene uno pero el de los demás apesta.

La frase la he visto escrita de dos maneras diferentes. "Prefiero arrepentirme de las decisiones que tomo que de las que no tomo", y "prefiero arrepentirme de lo que hago y no de lo que dejo de hacer". Entre estas dos frases me quedo con la primera. Porque al final hacer algo, o no hacerlo, depende de la toma de una decisión, luego entonces es mejor hablar de decisiones que de hechos, ya que tú te arrepientes de haber decidido hacer algo, no del hecho en sí. Pero sea como sea la frase me parece una estupidez y voy a decir el porqué.

"Prefiero arrepentirme de las decisiones que tomo que de las que no tomo". ¿Qué hay que hacer para no tomar una decisión? Porque si dices que no vas a decidir nada sobre un asunto en concreto, ya estás decidiendo no decidir. Entonces podemos llegar a la conclusión de que siempre tomas decisiones. Si decides tomar una decisión pues muy bien, y si decides no tomar ninguna decisión pues ya estás decidiendo no tomarla, lo cual es también una decisión.

Esta frase es creada con el fin de negar la realidad, con la intención de levantarse la autoestima a uno mismo, de hacerse ver que pese a que las cosas siempre te salen mal pues siempre es bueno intentarlo. Viene derivada de la que realmente se debería de decir pero que nunca se dice. Y es que tú no deberías de decir "prefiero arrepentirme de las decisiones que tomo que de las que no tomo", deberías de decir "siempre me arrepiento de no haber tomado la decisión contraria a la que tomé". Porque es así, siempre te arrepientes de no haber hecho lo contrario de lo que has hecho.

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